Desde pequeños anhelamos “ser alguien en la vida” Doctor, ingeniero,
Licenciado, filosofo, aviador, soldado, conductor de autos de carreras etc.
Esto es el discurso de los padres, los abuelos, los tíos; el niño que va
creciendo busca las herramientas suficientes para lograr su objetivo, se
arriesga a todo en la vida dejando pedazos de su ser en lo que realiza, define
su identidad como la sociedad lo da a entender, algunos se les hace fácil por
las comodidades que la familia llega a tener como una economía estable, otros
tienes que padecer de un dolor más severo y como dicen en México partirse la
espalda de sol a sol para tener que comer, mantener la casa y solventar sus
estudios, aunque esa partida de espalda cause en el individuo dejar un pedazo
de carne perdido en el espacio de su ser, y es que en los hombros carga un peso
fenomenológicamente existencial que lo invalida ser feliz e impide disfrutar de
los logros que ha obtenido.
Entonces siente
que algo le hace falta pero no sabe con ciencia cierta que es… y es que aquí entra el poeta a re-definir
su poesía, también el escultor a darle forma a la piedra; le da fondo, figura y
belleza.
El ser humano es como un
poeta y un escultor que le da forma a la representación[1] de su Arte creando una metáfora de
vida donde encuentra el bien- mal, mesura-desmesura, luz- oscuridad,
control-descontrol, completud-incompletud, belleza-Terror, placer-goce y sobre
todo encentra a DIOS-DEMONIO.
En este punto puede
alcanzar la habilidad de responder aprendiendo a vivir con lo que tiene con la
vida y la muerte volviendo su insoportable levedad a una soportable levedad del
ser.
“La belleza se vuelve
patológica cuando se encuentra el terror en ella, dando pauta a un aburrimiento
y cansancio por parte del espectador que lo aprecia, por ejemplo: La venus de
Botticelli es bella externamente pero espantosa internamente, y es que ver la
carne por dentro causa terror, horror y espanto pero sin negar que es muy
del cuerpo (es muy tuyo)”
Cosa extraña el hombre;
nacer no pide, vivir no sabe y morir no quiere... Facundo Cabral
[1]
Jacques Lacan Representante de la representación (Vorstellungsrepräsentaz) se
le recomienda consultar La re-flexión de los conceptos de Freud en la obra de
Lacan Editorial: Siglo XXI.
Francisco Javier Silva Espinosa
Lic. en Psicología.
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